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Declaración de las Salas Docentes de los Centros Regionales de Profesores.El modelo de los Centros Regionales de Profesores (CERPs), responsable de formar y profesionalizar a docentes de Enseñanza Media en el Interior de nuestro país, a pesar de sus comprobables impactos en la profesionalización docente, hoy está amenazado. Las autoridades de Formación Docente, a través de su propuesta de Plan Único Nacional, vienen erosionando las bases de dicha experiencia: descentralización, igualdad de oportunidades y profesionalización docente. El modelo que se intenta poner en acción en el corto plazo presenta tres factores de alto riesgo que impactan en la educación de todo el país: -Se basa en una "improvisación participativa" en lugar de una planificación estratégica con base en la investigación educativa. -Intenta debilitar la cultura de los Centros Regionales de Profesores que han iniciado un proceso de descentralización regional, generando igualdad de oportunidades para la formación de profesores que estarán en el aula hasta el 2050. -Hace perder calidad en las condiciones de trabajo del formador de docentes: se disminuye el tiempo para la planificación, la investigación y la extensión, de acuerdo a un perfil profesional acorde con el mundo desarrollado. Las Salas de docentes de los CERPs en el marco de la actual discusión sobre el Plan Nacional de Formación Docente, declaran: 1. La disconformidad y rechazo ante el fuerte deterioro que se ha dado en la participación real. Vencidos los plazos de trabajo de las distintas comisiones convocadas por la Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente (DFPD), quedó en evidencia la existencia de lógicas excluyentes y prácticas autoritarias que violan el principio de una auténtica participación democrática. 2. Sostenemos que la participación no se realizó en espacios verdaderamente propositivos, por el contrario, existieron y existen definiciones consolidadas de políticas de Formación Docente (FD) que determinan a priori cuál va a ser la estructura de la carga horaria, el contrato docente por hora y no por cargo, entre otros en este nuevo plan. 3. Consideramos que excluir sistemáticamente a las posiciones minoritarias de la toma de decisiones, viola claramente el principio de la democracia en tanto procedimiento, puesto que un principio básico de las formas democráticas de participación es que los afectados por una decisión deben tener la oportunidad de incidir en la misma. El criterio elegido por la DFPD para la cuotificación de la representación para el trabajo en Comisiones, subrepresentando al colectivo de los CERPs, sesga la discusión e introduce arbitrariedad en la construcción de mayorías y minorías. 4. Los docentes de los CERPs hemos optado, sin ingenuidades, por transitar el camino de la participación a la que fuimos convocados en el entendido que se desarrollaría en el marco de un intercambio honesto, bien intencionado y académicamente sustentado. Desde hace años el colectivo de los CERPs tolera expresiones que son muy poco propicias al debate constructivo, que ponen de manifiesto un espíritu “amigo-enemigo”, que buscan agraviar al otro, y como sabemos, no agravia quien quiere sino quien puede. Inicialmente, preferimos considerarlas meras expresiones aisladas, pero de hecho hoy se constata que esta lógica excluyente se instaló en la construcción de políticas educativas. 5. Ante esto estamos y estaremos dispuestos a defender los principios democráticos dentro de los que incluimos la libertad de expresión y opinión, la pluralidad, la tolerancia y la responsabilidad ciudadana. 6. Se pretende instalar como premisa el fracaso académico del modelo CERPs y su alto costo financiero. No solamente no ha fracasado sino que además constituye un indudable aporte progresista en la Educación de nuestro país. Porque viene creciendo considerablemente la tasa de profesionalización docente, especialmente en el Interior. Y eso es progresista. Porque accedieron a la educación terciaria miles de jóvenes provenientes de familias humildes que de otra manera jamás hubieran podido hacerlo. Y eso es progresista. Porque permite la formación presencial, íntimamente ligada a la igualdad de oportunidades que rompe con la histórica inequidad socio-económica y territorial. Y eso es progresista. Porque se comenzó un proceso de generación de masa crítica en regiones olvidadas por las prioridades montevideanocéntricas de una parte de las élites académicas del país. Y eso es progresista. 7. Por lo expuesto consideramos que no es pertinente que el aspecto financiero guíe el proceso de transformaciones del ámbito educativo y rechazamos la imposición de modelos institucionales incapaces de dar las respuestas que en el siglo XXI el país, todo el país, requiere. 8. Es impensable seguir produciendo políticas homogeneizantes, desconocedoras de las diversidades y desigualdades existentes. Hoy, la orientación tomada por la DFPD no solo no acompaña sino que va totalmente en contra de cualquier proceso descentralizador del Estado y de los fundamentos democráticos y de desarrollo que están detrás de este objetivo. 9. Por último, señalamos que las autoridades de Formación Docente, a quienes no desconocemos su legitimidad, en esta ocasión se equivocan. Y nos permitimos como acto mínimo de libertad, señalar con modestia, sin ninguna rispidez, ni desdén, que ese camino que consideramos equivocado no se recorra involucrando nuestro nombre. Para obtener más información, póngase en contacto con: |
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